CONTEXTO

La biotecnología debe ayudarnos a dar respuesta a las necesidades presentes y futuras que plantea el bienestar de la humanidad. Debemos aunar esta respuesta a nuestras capacidades de proporcionar soluciones sostenibles (ODS, Objetivos de Desarrollo) y construir entre todos un futuro sostenible. Más que nunca, la ciencia y la innovación son motor de prosperidad económica y social y el pilar en el que debe apoyarse el país de cara a la reconstrucción post COVID-19.

Crece la inversión en I+D del sector biotecnológico. Los datos recogidos en el Informe ASEBIO 2019: Preparados para la España del Mañana, no pueden ser más alentadores. Durante el año 2018 el sector biotecnológico invirtió casi 770 millones de euros en I+D, de los que el 71% corresponde a empresas biotech. De acuerdo con los datos anteriores, las empresas biotech se situaron en 2018 en primera posición como sector industrial que más invierte en I+D, por primera vez por delante del sector farmacéutico. En cuanto al crecimiento de la inversión en I+D de las empresas biotecnológicas, éste alcanzó un crecimiento anual del 13% en 2018, situándose entre los cinco sectores que más crecen en inversión en I+D. Teniendo en cuenta el destino de dicha inversión, el 43% de la inversión de las empresas biotech se dirigió a la retribución del personal en actividades de I+D en 2018.

La biotecnología española representa el 2,8% de la producción mundial y se cita un 30% más que la media mundial en el área. España, es la 9ª potencia en producción científica en biotecnología y el país con el porcentaje más alto de artículos científicos en revistas de alto impacto, con el 83,3%. El sector biotech protege sus innovaciones cada vez más a nivel internacional, principalmente en la Oficina Europea de Patentes (42%), y a través de las patentes PCT (32%). Las empresas del sector biotecnológico tienen vocación internacional.

Este sector también es intensivo en contratación de investigadores, por encima de la media española. Debido a ello, las empresas biotech se sitúan en segunda posición en cuanto al porcentaje de investigadores sobre el total de empleados en su sector. En cuanto a la participación de la mujer en el sector, casi el 60% de los empleados en actividades de I+D de las empresas biotecnológicas son mujeres, cifra superada únicamente por las actividades sanitarias y de servicios sociales y la farmacia.

El enorme desafío, responsable y solidario, coincidiendo con un entorno complejo y un momento repleto de incertidumbre de la economía mundial, de este 2020 comienza a tener respuesta a través de la biotecnología, su aportación es clave en el desarrollo de la industria y para el progreso.