• Mostrarse decidido desde el apretón de manos inicial, que haremos mirando a los ojos.

• Atender al dirigirnos a nuestro interlocutor, su puesto en la empresa para dirigirse a él utilizando su cargo previo a su nombre (Direktor, Herr Schumacher).

Puntualidad estricta, tanto en comienzo y final de las reuniones si así se hubiera planteado, como en la duración de la exposición si se hubiera mencionado.

Como norma general, sobriedad y seriedad en el vestuario, traje y corbata incluso en comidas que podrían parecer más casuales. Excepciones en algunos sectores, especialmente en la ciudad de Berlín.

Evitar preguntas personales, preguntar por la familia etc. O incluso evitar dar información personal propia, ya que pueden sentirse presionados a comentar algo personal por su parte, algo que por norma general les incomoda.

No hablar de negocios durante la comida o cena. Se recomienda optar por temas triviales como viajes o hobbies.

Evitar hablar del pasado de Alemania, II Guerra mundial, etc…

• Las empresas alemanas son muy leales a sus proveedores, por lo que tenemos que tener muy en cuenta la diferenciación de nuestro producto.

• Se suelen buscar relaciones comerciales duraderas, objetivos a medio plazo, no operaciones puntuales, por lo que es importante tener esto en cuenta a la hora de seleccionar este mercado.

• Confirmar la recepción de los correos con una llamada telefónica puede marcar la diferencia en este mercado, en el que podemos interpretar que no existe interés al no ver nuestros mails contestados, cuando muchas veces puede deberse a otros motivos como exceso de trabajo, o a que no se le haya priorizado hasta que ven que hacemos seguimiento al contacto.